Ex_Machina, catalogada como como un thriller psicológico con toques de misterio, arrastra al espectador -mediante unas actuaciones fenomenales- a través de Caleb (Domhnall Gleeson) a conocer a una I.A. durante unas sesiones privadas (aunque monitorizadas por su jefe Nathan) en las que nos vamos involucrando y cuestionando la moralidad del proyecto y su creador. No os quiero desvelar nada de su trama pues merece la pena ser saboreada en primera persona, aunque sí comentaré que desde que la vimos mi compañera de aventuras, se ha vuelto mas desconfiada y se ha tomado mucho más en serio aquello que volcamos en internet (redes sociales, correos, navegaciones, etc).
Desde la novela sobre Frankestein y su creación de un ser artificial podemos hallar en la ciencia ficción paralelismos a esa obra. En Ex Machina es interesante su premisa: "Crear una inteligencia artificial no es una cuestión de si ocurrirá si no de cuándo ocurrirá". Desde ese tajante planteamiento empieza a desarrollarse una historia repleta de cuestiones éticas acerca del origen de la consciencia. Con un libreto diseñado para provocar el debate, y que nos hace partícipes de los enigmas sobre el ser humano a los que se enfrentan los personajes, de modo que salgamos del cine con más dudas existenciales que cuando acudimos a él. Merece la pena ir a verla.